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Diabetes

Enfermedad ocular diabética

Retinopatía y Maculopatía

¿Qué es una enfermedad ocular diabética?

La diabetes es una enfermedad sistémica que afecta todas las partes del cuerpo. Los especialistas de la Clínica Ocular de Regensburg se centran en tratar los cambios que la diabetes causa en el ojo.

La retinopatía diabética es una enfermedad que ataca las paredes de los vasos sanguíneos más pequeños del ojo, lo que provoca abultamientos en forma de saco en los vasos. Esto puede provocar fugas y sangrado en el ojo. Sin tratamiento, el suministro insuficiente de oxígeno al ojo puede provocar el crecimiento de vasos sanguíneos anormales y, en última instancia, ceguera.

Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden causar trastornos visuales como edema macular diabético, complicaciones oculares diabéticas avanzadas y cataratas.

Los síntomas no siempre son perceptibles, pero la visión central borrosa o distorsionada, la aparición repentina de manchas en el campo visual o los defectos en el campo visual en los diabéticos deben examinarse lo antes posible.

Le recomendamos que se examine los ojos regularmente, incluso si no tiene ningún cambio en la visión. Esto se debe a que la diabetes puede deteriorar gradualmente su visión, y si la retinopatía diabética está demasiado avanzada, es posible que no se pueda tratar con éxito.

¿Qué es la retina y cómo funciona?

La retina es una capa delgada de tejido que recubre el interior de la parte posterior del ojo.

La retina recibe oxígeno y nutrientes a través de los vasos sanguíneos. La luz ingresa al ojo a través de la parte frontal (córnea, pupila y cristalino) y se enfoca en la retina.
En pocas palabras, la retina se puede dividir en dos partes principales: la mácula, que es responsable de nuestra visión central nítida y detallada, y la retina media y periférica, que es responsable de nuestra visión periférica (lateral) y nos ayuda a detectar el movimiento.
La retina convierte la luz en señales eléctricas, que luego se envían al cerebro.

¿Quién puede contraer retinopatía diabética y qué se debe considerar?

Todos los pacientes con diabetes corren riesgo de desarrollar retinopatía diabética. Cuanto más tiempo tenga diabetes, mayor será el riesgo.

¿Qué puedes hacer para proteger tus ojos de los cambios diabéticos?

Puedes reducir el riesgo de desarrollar retinopatía diabética grave asistiendo a tus exámenes oculares diabéticos regulares. Si es necesario, se pueden complementar los exámenes clínicos con escaneos OCT adicionales de la retina central e imágenes de campo ultra amplio de su retina. En la Clínica Ocular de Regensburg, nos especializamos en la detección y tratamiento de la retinopatía diabética, y estaremos encantados de programarle una cita.

¿Cómo se ve la retinopatía diabética?

Retinopatía diabética no proliferativa

La retinopatía no proliferativa se refiere a las primeras etapas de la retinopatía diabética.
Se desarrollan pequeños puntos rojos llamados microaneurismas en los vasos sanguíneos. También pueden ocurrir hemorragias más grandes dentro de la retina.

La retinopatía no proliferativa generalmente no afecta la visión y puede no requerir tratamiento inmediato. Sin embargo, el monitoreo regular es esencial, y su diabetes debe controlarse lo más estrechamente posible por su médico de cabecera o diabetólogo. La frecuencia de los exámenes de seguimiento se determina individualmente según la gravedad de los cambios. Con el tiempo, los vasos sanguíneos pueden estrecharse, lo que lleva a un suministro insuficiente de oxígeno y nutrientes a la retina. Sin tratamiento, esta progresión puede resultar en retinopatía proliferativa y ceguera.

Retinopatía diabética proliferativa

Esta etapa sigue a la retinopatía no proliferativa. En esta etapa, pueden desarrollarse vasos sanguíneos nuevos, anormales y frágiles. Estos nuevos vasos sanguíneos pueden no causar inicialmente síntomas ni pérdida de visión. Sin embargo, su visión ya está en riesgo porque los nuevos vasos pueden sangrar o formar tejido cicatricial que puede tirar de la retina lejos de las capas subyacentes del ojo (desprendimiento de retina). Estas complicaciones pueden requerir vitrectomía y tratamiento con láser dirigido para estabilizar o mejorar la visión y prevenir la ceguera. La angiografía con fluoresceína del fondo de ojo ayuda a visualizar los nuevos vasos sanguíneos con fugas causados ​​por la retinopatía proliferativa.

¿Cómo se ve la retinopatía diabética?

La retinopatía diabética no proliferativa se refiere a las primeras etapas de la retinopatía diabética.

Se producen pequeños cambios en los vasos sanguíneos, que aparecen como pequeños puntos rojos, llamados microaneurismas. También pueden ocurrir manchas rojas más grandes, que se deben a hemorragias dentro de la retina.

La retinopatía no proliferativa generalmente no afecta la visión y puede no requerir tratamiento. Sin embargo, es importante controlar la afección y asegurarse de que su diabetes esté controlada lo mejor posible por su médico de cabecera o diabetólogo. El intervalo apropiado para los controles se determinará individualmente según la gravedad de los cambios. Con el tiempo, los vasos sanguíneos pueden estrecharse, y la retina puede recibir un suministro insuficiente de oxígeno y nutrientes. Esta progresión puede conducir a retinopatía proliferativa y ceguera si no se trata.

Esta etapa sigue a la retinopatía no proliferativa. En esta fase, pueden desarrollarse vasos sanguíneos anormales, nuevos y frágiles.

Estos nuevos vasos sanguíneos pueden no causar ningún síntoma ni pérdida de visión por sí solos. Sin embargo, en esta etapa, su visión ya está en riesgo porque los nuevos vasos pueden sangrar o formar tejido cicatricial que puede tirar de la retina lejos de las capas subyacentes del ojo (desprendimiento de retina). Estas complicaciones pueden requerir una vitrectomía y tratamiento con láser dirigido para estabilizar o mejorar la visión y prevenir la ceguera.

La angiografía con fluoresceína del fondo de ojo ayuda a visualizar los nuevos vasos sanguíneos con fugas causados por la retinopatía proliferativa.

Maculopatía diabética

En la maculopatía diabética, la visión central se deteriora. Leer letras pequeñas, reconocer detalles finos o caras y distinguir colores puede resultar difícil.
Esto generalmente es causado por la fuga de líquido, grasas y proteínas de los pequeños vasos sanguíneos hacia la mácula. La hinchazón que acompaña a esta fuga se llama edema. Se pueden usar inyecciones intraoculares como inyecciones anti-VEGF o implantes de esteroides para prevenir una mayor pérdida de visión e incluso mejorarla en algunos pacientes.
Si los vasos sanguíneos de la mácula se estrechan demasiado, no puede fluir oxígeno a la retina y el tejido "muere de hambre". Esto hace que las células que capturan la luz mueran y la visión se deteriore.
El término para esta condición es "maculopatía isquémica". Actualmente, no existe tratamiento para la maculopatía isquémica.
La prevención a través del control óptimo de su diabetes y otros parámetros sanguíneos, como la presión arterial, también es esencial aquí.

¿Cómo puedo saber si tengo retinopatía o maculopatía diabética?

Inicialmente, ninguna de las dos afecciones causa síntomas visuales. Incluso las etapas que requieren tratamiento pueden no producir ningún síntoma visual en algunos pacientes. La retinopatía diabética y la maculopatía se detectan mediante un examen anual del fondo de ojo (retina) con pupilas completamente dilatadas. En algunos casos, es necesario un examen retiniano no invasivo mediante escaneos OCT. Tecnologías innovadoras como la imagen de campo ultra amplio, que permite la visualización de un área significativamente mayor de la retina en comparación con la fotografía estándar, así como la tomografía de coherencia óptica y la angiografía, pueden permitir un diagnóstico más temprano.

Si desarrolla retinopatía diabética proliferativa (el crecimiento de vasos sanguíneos anormales y nuevos) o maculopatía, se le recomendarán exámenes y tratamientos.
El objetivo del tratamiento de la retinopatía diabética proliferativa es prevenir la formación de nuevos vasos sanguíneos anormales en la retina. Si el tratamiento tiene éxito, los nuevos vasos sanguíneos se contraerán e incluso algunos de ellos desaparecerán en el transcurso de unos pocos meses.
El objetivo del tratamiento de la maculopatía diabética es reducir la hinchazón o edema. El tratamiento se adapta a la etapa de la enfermedad y al paciente y puede incluir una o más de las siguientes medidas: Inyecciones de anti-VEGF o esteroides, tratamientos con láser o vitrectomía.
El tratamiento con láser se puede aplicar a un área localizada o a toda la retina, excluyendo la mácula, o a ambas.
Si desarrolla presión ocular alta o glaucoma, se pueden administrar gotas para controlar la presión y reducir el riesgo de daño a largo plazo.
Si desarrolla una catarata como resultado de la diabetes, es necesaria una cirugía para extirpar la lente nublada de su ojo, que luego se reemplaza con un implante de lente artificial transparente (lente intraocular).
Si desarrolla una hemorragia vítrea o tejido cicatricial que causa un desprendimiento de retina, puede ser necesaria una vitrectomía.